Revisar, por coyuntura temporal de fin de ciclo, tu armario del último año y comprobar que lo que tu creías elegante y atractivo es pura mierda. Darte cuenta de que has ido haciendo el payaso todo el año sin que nadie te lo haya comentado. Avergonzarte retrospectivamente.
Y no saber ya cómo seguir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario