30 junio 2014

Ser mujer hoy

Recurrir al aceite para lubricarse el coño en una emergencia, pero enfrentarse a la duda abismal, desnuda y excitada frente a la puerta abierta del armario de la cocina, de si usar aceite de oliva o de girasol.

27 junio 2014

Confesiones dolorosas

Siempre he lamentado no ser un eyaculador de larga distancia como esos jóvenes prodigiosos de los vídeos de internet que son capaces de alcanzarse el propio rostro y salpicarse el torso denudo disparando desde abajo. Nada más erótico. Nada más viril. Pura belleza. Poesía.

Yo más bien produzco una aspersión desorganizada de pequeñas constelaciones que no llega a elevarse siquiera en el aire. Emanaciones de baja intensidad que a penas se desbordan y caen resbalando por los dedos. Me duele admitir que no compongo un espectáculo eyaculando.

24 junio 2014

Tú no tienes la culpa

No voy a culpar a internet de que mi vida sea una mierda. Pero sí que hubo un tiempo en que, siéndolo, me lo solucionó. Proporcionó alivio. Anestesió este dolor sordo que está ahí desde que apago el despertador por la mañana hasta que, otra vez en la cama, de madrugada, doy vueltas doblegando muy despacio, con mucho esfuerzo, al insomnio. Internet fue la esperanza durante un tiempo. Me hizo feliz; joder, qué cursi y cuánta verdad al mismo tiempo, mierda. Y lo de hacerme feliz es algo que nadie ni nada ha conseguido desde que superé los 20 años, lo digo en serio. Olas de ansiedad me sacuden si pienso en todo lo que me falta todavía por pasar sin un antídoto a mano. Pero, ¿qué más hay, a qué recurro, qué me queda ahora, joder, qué me queda? Espero que no sea demasiado tarde para el opio. Sic transit gloria mundi.

23 junio 2014

Deje su mensaje después de la señal

Silvia, soy yo. Tengo que contarte una cosa tope cerda que me pasó el sábado y que pienso que te gustará. Ligué con una chica en la discoteca, nos fuimos a mi casa y me la follé imaginando que eras tú.

22 junio 2014

Puto Chatroulette

Pero ¿dónde coño se encuentran a las chavalas para hacer cyber sex? ¿En que recóndito foro se esconden? Ya estoy hasta los huevos de masturbarme delante de turcos cincuentones y peludos, pero qué cojones. Vale una vez, dos... diez. Pero joder, que a mí eso no me pone, ni siquiera soy capaz de ofrecerles un buen espectáculo, me cuesta mantenerla tiesa. La cosa no me motiva, no hay feedback. Vamos, que si fueran jovenes potentes de descomunales rabos, lo mismo también me animaba... vamos, seguro; aunque yo prefiera a las chicas, el sexo es el sexo, lo mismo se le puede sacar partido a lo uno como a lo otro. Pero a los gordos esos paso ya de alegrarles el día. Yo quiero follar con gente de mi edad. Dónde mierdas os metéis. Zorras. Puto chatroulette.

19 junio 2014

Vicios

Me excita fuera de lo normal una mujer meando. Meando de pie, desnuda, mientras camina. El orín saliendo fuerte en un chorro aplanado entre los labios, restallando contra el suelo de cemento liso, levantando polvo, salpicando caliente sus piernas y las mías, porque estoy cerca, también desnudo, viviéndolo. El sonido de la presión de la descarga, ese chiflido hidráulico, rumor de remolino en la entrada de su cueva. El caudal desflecado por el verdín de los pelos, resbalando por los muslos, goteando. La mujer meando, la fuente de donde mana el nectar de mi vida.

14 junio 2014

Club de debates municipales (2)

Tema del debate de esta noche:
"Siete y media de la mañana: masturbación, ¿derecho u obligación?".

Alegatos iniciales:

Derecho: La libertad en el disfrute de la propia sexualidad desde bla bla bla.

Obligación: Lo odio, luego me duele la pinga todo el día. Me niego pero no puedo. Soy esclavo de mis instintos. Y quién dice la pinga dice lo de la mujer, este encarcelamiento de la voluntad no entiende de género. He probado a ducharme por las noches, para evitar la tentación, pero no funciona. Si no lo hago inmediatamente después de levantarme, no consigo incorporarme a la vida hasta la hora de comer. Como digo, no funciona. Y claro, ducharse... ya se sabe. Uno procura sumir el acto en la más anodina de las rutinas, un acto descargado de toda intención, tan sólo agua tibia y jabón y la mente todavía durmiendo, en lentísima ascensión hacia la vigilia. Sin embargo el agua tibia resbala por el cuerpo desnudo y llega a aquel lugar. Juro que no lo he tocado, él sólo se pone en funcionamiento y reclama atención. Yo lo dejaría así, pero también lo he probado y no funciona: aquello termina por arruinarme el día. Por mucho que me resista, si quiero una vida con la mínima calidad, no me queda más remedio que darle la réplica a mi cuerpo. Solución, masturbación. Contra mis deseos, contra mi voluntad, contra mi libertad.

09 junio 2014

Hacerlo

— La clara con limón es para él, la caña aquí... Te juro que se puso como una loca, como la loca que es. ¿Tú entiendes que se enfade porque le pida hacerlo ese día?
— ¿Hacerlo?
— Yo lo veo normal.
— Estaría afectada...
— Eso no cambia nada.
— Es verdad que son cosas independientes.
— Eso le dije.
— Y se enfadó, ¿no?
— Que se enfade. Lo que me molesta es que nos quedamos sin hacerlo.
— ¿Y entonces?
— Se lo dejé bien claro: Tú verás, si te pones tonta no te acompaño mañana.
— ¡¿Y no fuiste?!
— Que se joda, se lo advertí.
— Fue sola al entierro.
— Su madre era otra loca.
— Fue sola...
— Que se joda.

04 junio 2014

Vals de aniversario

Nada hay tan dulce como una habitación para dos, cuando ya no nos queremos demasiado, fuera de la ciudad, en un hotel tranquilo, y parejas dudosas y algún niño con ganglios, si no es esta ligera sensación de irrealidad. Algo como el verano en casa de mis padres, hace tiempo, como viajes en tren por la noche. Te llamo para decir que no te digo nada que tú ya no conozcas, o si acaso para besarte vagamente los mismos labios.

Has dejado el balcón. Ha oscurecido el cuarto mientras que nos miramos tiernamente, incómodos de no sentir el peso de tres años. Todo es igual, parece que no fue ayer. Y este sabor nostálgico, que los silencios ponen en la boca, posiblemente induce a equivocarnos en nuestros sentimientos. Pero no sin alguna reserva, porque por debajo algo tira más fuerte y es (para decirlo quizá de un modo menos inexacto) difícil recordar que nos queremos, si no es con cierta imprecisión, y el sábado, que es hoy, queda tan cerca de ayer a última hora y de pasado mañana por la mañana... Jaime Gil de Biedma.