— La clara con limón es para él, la caña aquí... Te juro que se puso como una loca, como la loca que es. ¿Tú entiendes que se enfade porque le pida hacerlo ese día?
— ¿Hacerlo?
— Yo lo veo normal.
— Estaría afectada...
— Eso no cambia nada.
— Es verdad que son cosas independientes.
— Eso le dije.
— Y se enfadó, ¿no?
— Que se enfade. Lo que me molesta es que nos quedamos sin hacerlo.
— ¿Y entonces?
— Se lo dejé bien claro: Tú verás, si te pones tonta no te acompaño mañana.
— ¡¿Y no fuiste?!
— Que se joda, se lo advertí.
— Fue sola al entierro.
— Su madre era otra loca.
— Fue sola...
— Que se joda.
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