29 octubre 2013

Te odio

Víctor, ¿podemos hablar?
¿De qué?
He estado leyendo tu blog.
¿El qué?
Tu blog.
Yo no tengo blog.
No mientas, Víctor. Te lo has dejado abierto en el ordenador.
Ah ya, era un blog que estaba leyendo...
Te has dejado abierta la página de edición. Es tu blog.
...
No me ha gustado lo que he leído.
Pero ¡si nada es verdad! Son chorradas que se me ocurren. De verdad que no me drogo ni me acuesto con todas las chicas. No sé, son cosas graciosas que pienso a veces...
Pues a mí no me hacen ninguna gracia.
Pero mamá, ¡que no son verdad!
¿Qué son entonces?
Son cosas que se me ocurren...
Pero, ¿es que quieres ser escritor?
No.
Menos mal, porque no está muy bien escr...
¡Ya lo sé!
Entonces qué significan todas esas historias escatológicas... ¿es que sigues en la fase anal? No te rías, es muy preocupante si de verdad es eso en lo que piensas con 37 años. Y lo mismo con todo el sexo. Es enfermizo; ni un adolescente ansioso por descubrirlo...
...
Me tienes muy preocupada.

26 octubre 2013

La edad basada en el ángulo de la erección

Taxonomía de la erección. Casos.

Improcedente
Entre los 10 y los 15 años comienza la edad fértil en la gran mayoría de los hombres, aunque existen erecciones desde el mismo nacimiento. Habitualmente se adoptan los quince años como punto de partida de las taxonomías por edades, por seguir con la clasificación en lustros de la Asociación Americana de Salud Sexual (ASHA). Esta fase formativa se asimila a una suerte de periodo arcaico del escalón consecutivo, en el que se desarrollan en toda su potencia.

180º
Entre los 15 y los 20 años se alcanza un ángulo de erección de 180 grados respecto a la fuerza de la gravedad. Es decir, respecto de su sentido vertical y descendente, y midiéndola en un sujeto en posición erguida, de pie. El pene llega incluso a presionar fuerte contra el abdomen, tanto, que si no estuviere éste allí, podría seguir incluso ampliando su ángulo. La turgencia del miembro es absoluta, marmórea. La característica principal de este rango de edad es que se pueden alcanzar un número ilimitado de erecciones al día y mantener el estado descrito durante todo el tiempo que se desee, desde horas a días (aunque hay documentados casos, no es recomendable llegar a este extremo). La erección no pierde calidad con cada desempeño del pene incluyendo la eyaculación y se puede volver a recuperar el estado cuantas veces se desee, para repetir el ciclo. La velocidad de levantamiento es casi meteórica; en un instante se puede pasar del estado de relajamiento al de tensión máxima. Es muy frecuente su aparición de forma involuntaria.

165º
Entre los 20 y los 25 años se mantienen las características del lustro precedente, si bien se van difuminando los extremos. El ángulo de erección se encuentra en torno a los 165 grados, pudiéndose lograr todavía los 180 grados sin excesiva dificultad. La turgencia sigue siendo absoluta. Según se va avanzando en este periodo, va costando más lograr los registros inverosímiles del anterior fase, si bien se gana en control. Se trata de la fase de plena potencia, donde se cede un poco de la fuerza bruta del quinquenio anterior a favor del dominio y manejo, que alcanza la perfección durante estos años.

145º
Entre los 25 y los 30 años el ángulo de erección alcanza sin problemas los 145 grados. Aparecen los primeros síntomas del declive, que durante los primeros años son imperceptibles y se empiezan a manifestar hacia el final del lustro. La potencia sexual es mesurada, tras el periodo anterior. La turgencia absoluta ya no es permanente y se alterna con periodos de esponjamiento consistente pero no pétreo, que se irán convirtiendo en la norma hacia el final de este periodo. La erección espontánea es menos frecuente y el tiempo de levantamiento aumenta hasta situarse en torno a 10 segundos.

120º
Entre los 30 y los 35 años los poderes han mermado visiblemente. La erección común no pasa de los 120 grados e incluso, durante la mayor parte de su duración, el pene se mantiene por debajo de dicho ángulo. Puntualmente pueden conseguirse marcas más alentadoras. La turgencia absoluta dura sólo unos momentos y el resto del tiempo el miembro se mantiene en estado semirrígido. Todavía es relativamente fácil aguantar una erección de buena calidad, aunque conviene mantener la concentración en ella, porque en esta edad la pérdida involuntaria de dicho estado comienza a ser una certeza, hasta ahora inexistente, y que será cada vez más común. En paralelo, su consecución ya no es instantánea y tampoco se prolonga en el tiempo todo lo que se desea. Se requiere mucho más tiempo de recuperación tras cada desempeño del pene, y además disminuye la calidad de los siguientes desempeños del mismo día. Todavía es asequible disfrutar de varias erecciones al día, pero la cantidad se va limitando ostensiblemente. Su aparición de forma involuntaria es ya infrecuente.

90º
Entre los 35 y los 50 años el ángulo de la erección se sitúa en torno a los 90, decayendo según va avanzando la edad. En el primer lustro es todavía posible mantener, algo empobrecidas, las características del periodo anterior, por lo que sigue resultando aceptable. Sin embargo durante el segundo lustro decae lentamente y más rápidamente en el tercero. Las erecciones involuntarias son inexistentes. En paralelo, y debido a que empieza a constituir un reto, se experimenta cierta resignación en torno al propio acontecimiento de la erección, que suele empezar en el primer lustro y se encuentra bien asentado al final de estos quince largos años.

60º
A partir de los 50 años el ángulo oscila entre los 60 y los 70 grados. Las erecciones se convierten en un bien poco frecuente y que requiere de mucha dedicación. Todas las características han mermado mucho, en progresión inversa al aumento del desinterés sobre el estado de inflamación fálica. El declive es evidente e irreversible. La erección perfecta de antes de los treinta años ya es completamente imposible, hay que conformarse con un estado de semirrigidez que normalmente ni siquiera se mantiene durante el tiempo necesario para completar un coito.

22 octubre 2013

Arrepentirte

Cagar verde. Que te duela. No contárselo a nadie. Marchitarte con los días. Así, lentamente hacia el desenlace y, cuando ya es demasiado tarde, arrepentirte de todo.

20 octubre 2013

Internet ha hecho mucho daño

Como portador de pene, debo expresar el daño que nos ha hecho el advenimiento de internet en nuestras sociedades. Yo he estado siempre muy contento y orgulloso de mi miembro. He proporcionado enormes cantidades de placer a las mujeres y me he dedicado a él con esmero todos los días. Yo pensaba que tenía un pene absolutamente normal y cuando hablábamos los compañero de la oficina sobre los temas de follar y nuestras pollas, imaginaba que las de mis compañeros eran iguales que la mía. Pero luego llegó el advenimiento de internet y de la pornografía que estaba contenida en esta nueva tecnología y ya me di cuenta de que tenía el pene diferente a los demás hombres. No entiendo por qué ninguna de las mujeres a las que he proporcionado placer, me lo ha comentado nunca. Y ya sé lo que ustedes se imaginan, que la tengo más pequeña que la gente que sale en internet y que eso es normal porque ellos son actores elegidos, e incluso a veces las fotografías están retocadas para aumentar el tamaño de sus atributos genitales. Pero no es eso. Sí que la tengo más pequeña que los atributos genitales que salen en internet, pero no me refiero a este hecho en concreto cuando digo que tengo el pene diferente de los otros hombres. Lo que a mí me sucede tiene que ver con la forma de mi pene. Los huevos son normales, como los de las otras personas. Pero mi cipote tiene una forma diferente. Digamos que el modelo normal, el de todos ustedes sin ir más lejos, es como un tubo terminado en el extremo por el capullo o glande, que es de otro color y de piel más suave. Pues en mi caso no es un tubo, es como un helado de cucurucho. El cipote se va ensanchando hacia la punta y el capullo o glande es bestial, como una bola de helado de fresa grande. Yo pensaba que todo el mundo tenía el pene así, pero resulta que no, que en internet no se ve ninguno igual que el mío. Y me he informado y no es tan normal, alguno hay, pero muy pocos. Y ahora estoy muy acomplejado y ya no me apetece seguir dando placer a las mujeres con esta polla amorfa, de risa.

18 octubre 2013

Pensamientos extraños e improductivos

Llevando la discusión al ámbito de las consideraciones prácticas, es interesante apuntar las posibilidades de la higiene dental y la gran idea de un mundo sin caries dentales, ni el resto de problemas asociados con los dientes, la lengua o la cavidad oral, que llegaría así a convertirse en el primer acicate hacia la desaparición de los temores asociados con el dolor derivado de intervenciones dentales, e incluso la idea de que la placa pudiera aparecer sobre la superficie de los dientes, con las consecuencias negativas que ello conlleva, tales como olores repugnantes emitidos por la cavidad bucal y la decoloración, así como la perforación resultante de imágenes mentales que una vez fueron bellas y la posibilidad de ruptura de las relaciones basadas en la idea de una distorsión negativa de la boca, por los dientes, que si bien no está necesariamente considerada como uno de los pilares principales de la felicidad, puede, de hecho, convertirse en una pequeña úlcera que supura y transfiere energías negativas a la mente, que se encontraba en estado de paz y reposo, dando lugar a pensamientos extraños e improductivos. David Lynch. Strange and unproductive thinking.

15 octubre 2013

El premio

No, realmente no sé a qué te refieres. No entiendo por qué quieres que dejemos de trabajar y vayamos un momento al dormitorio. ¿No ves que queda todavía mucho por hacer? Ya sé que estás cansada, yo también, pero... ¡esto es absolutamente fascinante!, ¿no crees? Lo que hemos descubierto esta tarde puede abrir caminos completamente nuevos, esta es una forma diferente de enfrentarse al problema y ¡la hemos encontrado nosotros! ¿No te das cuenta de que podríamos estar vislumbrando la ruta hacia la solución definitiva, después de tantas décadas de fracasos colectivos? Pero antes hay que desechar cualquier posible error, tenemos que cuidarnos de ello, y no podemos parar justo cuando estamos tan concentrados, ahora que estamos tan metidos de lleno... y tan cerca. Sí, ya sé que son las tantas de la madrugada... Mira, no lo entiendo ¿acaso a ti no te resulta interesante? ¿No hemos dedicado años de trabajo a esto, soñando con este momento? Pues entonces, ¿por qué quieres lo dejemos? vamos a continuar un rato más... luego tendremos tiempo de ir al dormitorio. No sé qué te ha dado con el dormitorio, qué hay tan interesante allí... ¡con lo que tenemos aquí! Venga, no perdamos más el tiempo hablando, hay cosas más importantes que requieren nuestra atención. Anda, ven, mira lo último que estaba desarrollando, ¿qué opinas?

14 octubre 2013

Hijas que lloran abrazadas a madres

Con 37 años creo pasadas todas mis oportunidades de volver a desflorar a una mujer y eso hace mi vida un poco peor.

¿Jiñas sangre? Tengo una polla que no uso.

El conejo, puta, destapa el conejo.

Queremos que nuestra vida no sea nunca más así.

Practicar la homosexualidad el primer domingo de cada mes.

Anoche follé por segunda vez en este año; hoy estoy satisfecho, pero en tres días volveré a querer estar muerto.

12 octubre 2013

Entrevista en "Carreteras encontradas"

Agradezco la entrevista que me realizó Clara R. para el fanzine semestral "Carreteras encontradas" y que aparece en el número de septiembre de este año. Aquí la reproduzco, para el que no tenga la oportunidad de acceder a su publicación original.


¿Cuántas visitas semanales tienes a tu blog? ¿Cuántas, de media, por entrada?
Ambas preguntas se responden con el mismo número: cero.

¿De verdad?
Sí, de verdad... Supongo que te refieres a visitas excluyendo las mías propias. En caso contrario, la media por entrada está en 31, y va subiendo con el tiempo.

¿Estás muy pendiente de las visitas?
Bastante. Es una de las primeras comprobaciones que hago cada vez que me conecto al blog. Comentarios ya sé que no hay, porque no me ha llegado ninguna notificación previa por correo electrónico, pero con las visitas siempre albergo alguna esperanza.

Si me permites la pregunta sincera, pero dura, ¿cómo te sientes sabiendo que nadie lee tu blog, que absolutamente todo sería igual si tú no escribieras?
Es muy decepcionante que nadie lo lea. Pero también me doy cuenta de que yo mismo entro en muchos otros blogs en los que, estoy completamente convencido, soy su único visitante. Nadie, salvo el autor, ha pasado por allí en años y sin embargo sigue publicando, sin preocuparle... Yo no soy así, no hago esto por satisfacción propia, por interés o para ayudarme de alguna manera, como todos los que dicen que es un ejercicio de exorcismo de sus problemas personales.

Háblanos de tu experiencia, ¿cuáles son las motivaciones de un bloguero?
Ya he contestado a medias, no sé cuáles serán para otros blogueros, pero para este bloguero están clarísimas. Yo empiezo una bitácora –y he empezado muchas en mi vida– cuando tengo el convencimiento de que se va a convertir en un éxito meteórico, con perdón del lugar común –uno de los signos de identidad, por otra parte, de este blog–. Si me permites una disgresión al hilo de esto último, me gustaría aclarar que no se trata de un manierismo intencionado, sino que no soy capaz de hacerlo mejor. A mí sólo me sale el adjetivo trillado para acompañar a un nombre, y en cuanto no suena tópico, en el momento que resulta original, ya me chirría y lo cambio enseguida. Volviendo a la pregunta, el momento de diseñar el blog o de componer los primeros post ya lo haces anticipando su resonancia, lo que va a dar que hablar. De hecho, tienes en cuenta ese éxito futurible e incorporas guiños para poder lucirte después, para poder señalar esas coincidencias metatextuales aparentemente casuales, pero en realidad perfectamente estudiadas.

No me lo tengas en cuenta, pero tengo que preguntártelo: ¿Conlleva algo de enfermedad mental?
No. Es un reflejo de nuestras vidas, en las que nada tiene sentido: Sorprendernos a nosotros mismos escribiendo un texto a la una de la madrugada, cuando al día siguiente tenemos que madrugar. Un texto que nadie va a leer, que no nos va a reportar beneficios –por supuesto económicos, ni tampoco en forma de gratificación personal– y no entender por qué lo hacemos. Es así. No te gusta, escribes mal, pero lo haces. Sin ninguna razón... supongo que porque todas las personas que interesan tienen uno. Quieres ser como ellos, bloguero de éxito. Sí, esa es la motivación: el reconocimiento.

Pero es que nadie te lee.
Lo sé, ese es nuestro fracaso, mi fracaso. En el mundo del blog, he fracasado. También.

11 octubre 2013

Amor

Introduce la mano dentro de sus leotardos y extrae una verga bellísima, rematada por un bálano brillante y violáceo que, al contacto suave con la piel nívea de su mano, abre el extremo con una contracción espesa de compasión y deja manar su amor.

10 octubre 2013

No quiero que me quieran

No estoy enfermo. Estoy sufriendo una regresión gamberra a la adolescencia. He abierto un blog de contenido pornográfico y le dedico varias horas al día. Por allí desfila porno blando de todas las clases y no le pongo barreras a ninguna tendencia. He posteado desnudos maduros, exhibicionismo, prácticas homosexuales de ambos géneros, onanismo, eyaculaciones, sodomías, etcétera, sin atender a razas, aspecto de los órganos copuladores ni de sus anfitriones. El siguiente paso, que ya está en marcha, es el de complementar la categoría de voyeur con la de protagonista. Quiero compartirme con la red. Sé que será desagradable y en absoluto erótico. Pero eso en mi blog nunca ha sido una condición. Se trata de sexo, sin más.

08 octubre 2013

El ruido del vómito salpicando contra el suelo es insoportable

Alguien que camina por la calle, con quien te vas a cruzar en breves instantes, se detiene, se dobla y arroja copiosamente. Dos, tres veces. Duele. Se limpia, se incorpora, mira a través de las lágrimas y te ve cambiando de acera.

07 octubre 2013

Esclavo de mi condición

Por qué me hicisteis esto. Por qué me distes las herramientas para analizar y los contenidos para comparar. Sólo conozco a hombres felices entre los analfabetos. Es mentira que la educación te permita desarrollarte y te haga libre. Te coloca tras las rejas de la insatisfacción permanente. Deploro saber tanto, quiero regresar al estado primitivo. Que alguien se lleve todas estas voces, toda esta humillación. Este suicidio introspectivo.

06 octubre 2013

Falsas esperanzas (2)

Es mentira que de una experiencia traumática que marca tu vida, que la desgracia, regreses convertido en portavoz de la verdad. En faro para los que están perdidos; es decir, para todos. No van a ponerse a tu disposición, de pronto, unas capacidades que nunca tuviste, permitiéndote un nivel de comunicación trascendental. No vas a alcanzar a crear esa obra de redención con la que todos empaticen, con la que mejoren sus vidas, y que a la vez te ayude a equilibrar tu desgracia, o por lo menos a compensarla. Tu trauma sólo va a servir para aislarte más, alimentar tu melancolía y rencor, y para hacer insoportable el resto de tu vida.

05 octubre 2013

Falsas esperanzas

Estamos tan acostumbrados a las novelas baratas y a las películas malas que hemos llegado a creernos todos sus tópicos. Por ejemplo, que nuestra vida cambia tras pasar por una experiencia extremadamente traumática; que nos hacemos mejores y aprendemos a valorar lo que de verdad importa. Todos hemos vivido tragedias, pero pocos han padecido una aguda de verdad. Cuando, por desgracia, nos toca y conseguimos superarla, se instala en nosotros un vacío, una angustia. Es la depresión posterior. Nace tanto del recuerdo de la violencia vivida como de una falsa idealización que hemos interiorizado: la de que ahora de verdad alcanzaremos una conexión plena con la existencia, una puerta para trascender. Y no es así. Uno descubre, tras superar el horror, que regresa al horror de su vida cotidiana que sigue igual de vacua, contingente y falta de alicientes como siempre. Durante la tragedia, el objetivo era claro: seguir, vivir. Y ahora nos preguntamos si esto es aquello por lo que tanto luchamos. Dudamos de que mereciera la pena el esfuerzo. Pero no por la banalidad propia de la vida, sino por las esperanzas infundadas, las mentiras de todas esas historias con las que nos intoxicamos, que nos hacen creer en una redención demiúrgica en vida tras escapar de los infiernos. Pues no.

Decepción. Desconsuelo. Desencanto.

04 octubre 2013

Para eso están los amigos

Ramón, ya lo he intentado dos veces y siempre me sale mal. Ahora tengo miedo de volver a probarlo, por si no lo consigo otra vez. Sería la tercera. Mi madre está hecha polvo. No sólo he arruinado mi vida, también la suya. Por eso necesito que me ayudes. Yo solo no puedo, pero tengo que terminar con esto. Lo necesito. Por favor, ayúdame.

Sí, me encontraban desangrándome y llamaban a la ambulancia. Las dos veces igual. Y mientras estaba tumbado en el hospital, no dejaba de pensar en mi madre limpiando la sangre del baño. Cuando salí la primera vez y volví a casa, me di cuenta de que habían cambiado todas las toallas. Eran nuevas. Supongo que las otras no se pudieron limpiar y hubo que tirarlas.

Me han quedado cicatrices, pero no se ven tanto.

Entonces, ¿me podrías ayudar? Tú no tienes que hacer nada, de verdad, sólo quedarte allí conmigo y asegurarte de que todo sale bien. Ni siquiera tienes que entrar en el baño. Te quedas fuera, en la puerta. Si quieres, podemos hablar mientras me quede fuerza. Sólo tienes que asegurarte de que todo sale bien.

Sí, mi madre tiene una depresión muy fuerte. No quiere salir a la calle y se queda todo el día en casa, llorando. Está yendo al psicólogo. No puedo soportar estar en casa con ella, me pone de mal humor.

Puedes esperar fuera del baño, no tienes que entrar. Sólo tienes que quedarte conmigo.

Pero es que no puedo pedir ayuda a nadie más. Mis padres no me ayudarían, no puedo, a ellos no. Tú eres mi único amigo. Por favor, Ramón.

Ayúdame.

01 octubre 2013

Todo me da asco

La gente es una mentirosa. Representa su papel de figura extrema, su jueguecito de mierda de acidez social, pero en el fondo es sólo pose, disfraz. Todo mentira. Son vulgares. Tú esperas que de verdad sean así, como se presentan, porque eso le añade un poco de relieve a la vida y hace que merezca la pena. Pero cuando conoces lo que hay debajo, rabias decepcionado. Desprecias su existencia plana, su vida de familia, con amigos, ternura y gato. Eso es el vacío. Eso es mierda. Lo sabéis y por eso fingís lo contrario. Queréis aparentar lo que no tenéis valor de practicar. Se puede, pero hay que atreverse, hijos de puta. Y duele.