10 octubre 2013

No quiero que me quieran

No estoy enfermo. Estoy sufriendo una regresión gamberra a la adolescencia. He abierto un blog de contenido pornográfico y le dedico varias horas al día. Por allí desfila porno blando de todas las clases y no le pongo barreras a ninguna tendencia. He posteado desnudos maduros, exhibicionismo, prácticas homosexuales de ambos géneros, onanismo, eyaculaciones, sodomías, etcétera, sin atender a razas, aspecto de los órganos copuladores ni de sus anfitriones. El siguiente paso, que ya está en marcha, es el de complementar la categoría de voyeur con la de protagonista. Quiero compartirme con la red. Sé que será desagradable y en absoluto erótico. Pero eso en mi blog nunca ha sido una condición. Se trata de sexo, sin más.

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