24 julio 2014
Fresco
Me encuentro en la pared salpicaduras doradas de la diarrea tras salir del baño donde he pasado media hora sentado, sufriendo, meando por el culo. Las miro y no hago nada. Las dejo como testigos resecos de la tremenda descomposición que me han provocado unas judias de lata, presumiblemente caducadas. El embase lo arrojé justo después de cenar a través del sistema neumático de recogida de basura de mi edificio, con acceso desde el descansillo comunitario. Allí salí en calzoncillos, ya que la compuerta de carga se abre contigua a mi apartamento, antes de que se desatase este torrente dentro de mi cuerpo, y por los oscuros conductos se perdió la clave del desajuste orgánico que he desarrollado e impresionado en la pared.
Publicado por
Ned Racine
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